MUJERES SIN DERECHOS
En el año 2021, en las zonas que ya controlaban los talibanes, se cerraron 176 escuelas, se prohibió el acceso de las niñas a la educación, niñas. las cuales muchas de ellas fueron forzadas a casarse con tan solo 15 años y azotadas en público por no llevar burka.
El año pasado, 2022, desde Mulleres en Igualdade de Vigo quisimos dar voz a diferentes mujeres, para que supiéramos la situación a la que se enfrentaban ante la llegada inminente de los talibanes a Afganistán. Quisimos darle voz a Sara, Marjan, Sofia, Angela, Khatera y Fatima, ellas nos pedían ayuda porque sabían lo que les esperaba.
En aquel momento estaban seguras de que nadie podía ayudarlas, pero aun así querían que recordáramos que “ellas también vivieron una vez“.
Sara, prefería que sus hijas murieran de una manera digna antes de caer en manos de los talibanes. Marjan, nos recordaba que los países que respetan los derechos humanos, deberían pensar que los talibanes iban a convertir 16.000 mujeres y niñas en esclavas. Sofía, que quería ser profesora de universidad sabía que la iban a encerrar en su casa y moriría poco a poco. Ángela que pasó de soñar con representar a su país, a saber, que no iba a volver a la escuela y que no iba a tener derecho ni a soñar. Khatera, que estudió sociología y se convirtió en emprendedora, algo que es un pecado y un crimen para los talibanes. Fátima, a la que, como miles de viudas de los hombres caídos en la guerra, los talibanes prohibían trabajar, cayendo en la miseria, de la cual la salida era ejercer la prostitución, siendo con suerte arrestadas, ya que la otra alternativa era ser lapidadas en los estadios.
¡Todos sus miedos se han visto superados por la realidad! a día de hoy no se sabe nada de estas mujeres valientes, pero lo que sí sabemos, es todo lo que los talibanes les han prohibido:
- Las aulas están cerradas para las niñas y jóvenes. A finales del 2022 se expulsó por completo a las mujeres de los espacios de aprendizaje, y la enseñanza superior, se prohibió para ellas.
- Trabajar. Está prohibido el empleo fuera del hogar, solo un pequeño número de doctoras y enfermeras lo pueden hacer para atender a mujeres y niñas, siempre y cuando no puedan ser reemplazadas por hombres, además no pueden interactuar con sus compañeros varones.
- Vestir como quieran. El código de vestimenta, les obliga a estar cubiertas de la cabeza a los pies, las que lo desafían se enfrentan a castigos como azotes o palizas, incluso el mostrar los tobillos es motivo de castigo. El uso de zapatos de tacón, también está prohibido porque su sonido al andar lo pueden escuchar los hombres.
- Ir al salón de belleza.
- Salir de casa sin un mahram. Que es un pariente masculino, que puede ser padre, esposo o hermano. Esta obligación, se extiende también para desplazarse en autobús o en taxi, lo que limita la autonomía de las mujeres.
- Practicar deporte, o acceder a centros deportivos, repercutiendo negativamente en la salud.
- Subir a un autobús de hombres (el transporte está segregado).
- Elegir con quién se casan. El número de matrimonios forzados ha aumentado por la crisis económica y falta de perspectiva para las mujeres, por lo que, ante esta situación, las familias obligan a las mujeres-niñas a casarse con talibanes.
- Ser vistas. Las mujeres no pueden asomarse a los balcones, y para evitarlo, es obligatorio que las ventanas sean opacas. Nadie puede fotografiar o filmar a mujeres, ni publicar imágenes de ellas en revistas y libros.
- Protestar. La opresión de los talibanes dio lugar a un movimiento de resistencia valiente y pacífico, liderado por mujeres, pero estas protestas las llevan a brutales palizas.